Por siempre mi niña chiquita
Dios y mis padres me regalaron hace treinta y cinco años a una personita única. Ocurrente, irreverente, divertida, auténtica y alocada que siempre ha sido mi compañía. De pequeños no interiorizamos la importancia que tiene un hermano, el valor que implica siempre ser tu compañía, y aunque no todo es alegrías, de grandes es que reconocemos el significado de esa palabra. En ocasiones llegamos a considerar hermanos a personas sin ninguna compatibilidad sanguínea, pero el tiempo y las vivencias crean ese lazo. El amor de hermanos. Hoy mi niña chiquita esta de cumpleaños y solo deseo con el alma siempre este alli siendo mi compañera de travesuras de infancia y adolescencia, en mis comienzos en la danza, siendo mi confidente, mi mejor amiga, inclusive una madre más para mi. Pero sobre todo mi mayor Fans. Y aunque pase mil años serás por siempre mi niña chiquita. Feliz cumpleaños hermanita Jessalba Laya.