De puño y letra

Solemos decirnos: más nunca... Si.  Más nunca permitire... Infinidad de cosas. Pero realmente somos capaces de cumplirlas? NO. Así mismo, nos negamos de hacer cosas, repetir errores o tropezar con la misma piedra. Yo en lo personal tengo mi talón de alquiles y es NO DEJAR DE CONFIAR EN LA GENTE. Quizás sea terquedad o una desvirtúa, pero me cuesta y más cuando es alguien por quien siento cierta afinidad. Pero bueno que eso no quita que deje de desconfiar y como dice el dicho: PIENSA MAL Y ACERTARAS.  Pero bueno alguna vez volveremos a tropezar con la misma piedra

Al final por mucho que no lo esperemos o por más difícil que parezca todo finalmente en algún momento comienza a mejorar. Todo comienza en el mismo momento que llegamos a reconocer que algo no va bien; ya sean en el ámbito laboral, personal o social, reconocer que hay algo que no nos permite avanzar es el detonante para que todo pueda o empiece a cambiar.  Pedir ayuda, no está mal. Verbalizar lo que no esta bien, no esta mal. Acudir a un especial, para nada esta mal. Lo que si está mal, es no reconocer que no  estamos bien.  No hay que esperar al último momento para gritar, seamos valientes para afrontar a la sociedad sin miedo al que dirán.  "Después de la tormenta siempre viene la calma" "Al final del túnel encontrarás la claridad" Parece que si. Cuando menos lo esperes todo comienza a mejorar. 

Muchos por no decir todos, siempre esperamos ese momento del día para poder llegar a ese lugar , donde simplemente todo puede llegar a parecer realidad. Donde lo imposible, es posible. Donde lo anhelado, es recibido. Donde viajamos en el tiempo.  Donde nos reencontramos con todos aquellos que no tenemos cerca o con aquellos que ya no están. Ese lugar, donde al cerrar los ojos en el confort y la comodidad de tu cama, todo aquello puede hacerse realidad. Bueno aunque no todo llega a ser color de rosa, también  nos toca enfrentarnos a ese lado turbio y oscuro. Últimamente, he llegado a consiliar tantas cosas en ese lugar que solo desearía poder reventir la realidad y disfrutar de ello en esta realidad.  Dicen que los sueños nunca se hacen realidad, pero muchos desearíamos vivir siempre en esa realidad.