De puño y letra

Hay cosas que serán fugaces en nuestras vidas como otras no. Y hay otras cosas a las que por más que cueste hay que dejarlas pasar. Sobre todo y una de las que más nos cuesta es dejar pasar a las personas,  no siempre vamos a toparnos con aquellos que llegan para quedarse por un largo tiempo o hasta el final. Muchas de esas personas llegan para cumplir determinado tiempo junto a nosotros o suelen ser pasajeros. Llegan y se van. Lo que hay que saber es disfrutar, compartir y aprender... quizás muchos de ellos dejen un gran aprendizaje para nosotros. Pero también existen aquellos cuyas actitudes harán que no queramos permanezcan a nuestro lado. Tenemos que aprender a dejar pasar  todo aquello a lo que no debemos aferrarnos.

Quien lo iba a decir... hoy estoy haciendo cinco años en esta tierra que me cobijo y me brindo las herramientas para empezar a echar raíces. En un principio me costo asimilar que había dejado todo para empezar a escribir mi historia de vida desde cero. No fue fácil gestionar en principio esa decisión, seguido de unos varios muchos acontecimientos dolorosos que me hicieron pensar si en realidad había valido la pena, pero que al final es ley de vida. Hoy puedo decir que no ha sido fácil pero que tampoco es imposible. Que toda decisión trae consecuencias, buenas o malas; pero sirven para nutrirnos de experiencia, fortaleza, sabiduría y sobre todo mucha paciencia. La verdad no me arrepiento. Solo puedo dar gracias a dios, a la vida, a mi familia, a mis ángeles en el cielo, a mi persona favorita, a esos que en cierto modo se convirtiendo en hadas madrinas en su momento, a quien me ha acompañado en esta travesía (gracias a las redes) a quienes se han convertido en amigos incondicionales y a...