De puño y letra

De eso se trata celebrar la vida muy a pesar de nuestras añoranzas.... Todo tiene un por y para que. Pero mucho de eso que echamos en falta siempre lo vamos a tener con nosotros, presentes en la mente y el corazón. Celebrar es sinónimo de festividad, de gozo, de alegría y la dicha de disfrutar todo aquello que anhelamos. Para mí celebrar también es extrañar, recordar y añorar; pero no solo desde la tristeza que conlleva si no también desde lo bonito que es rememorar momentos, personas, lugares y experiencias vividas. Vamos siempre a celebrar.

En el largo transitar de nuestras vidas, nos cruzamos con una infinidad de personas con las cuales podemos llegar a tener más o menos nexo. Las principales son nuestros familiares, con las cuales transcurrimos gran parte de nuestras vidas y muy a pesar de todo se vuelven imprescindibles. Luego están esos vecinos que más que vecinos se convierten en familia, para las buenas y las malas, ese nexo pasa entre generaciones. Llegan los amigos de infancia y adolescencia, que aunque transcurra el tiempo y la distancia pueden mantenerse. También están las personas inesperadas, que a pesar del poco tiempo de conocerse la conexión es mágica. Yo tengo y mantengo en mi vida de casa uno de estos tipos de personas. A lo cual solo puedo dar gracias por encontrarlas y mantenerlas en mi camino.