De puño y letra

Por naturaleza nos vemos obligados a ir dejando atrás personas, cosas, etápas, años de vida e incluso un año en un segundo para recibir otro. Algunos realizamos rituales energéticos para atraer dinero, amorz, suerte o viajes, usamos amuletos, ropa interior de un color o forma específica. Solemos hacer retrospectiva de actos y acciones, para con otras personas y nosotros también, intentamos limar asperezas o malos entendidos, sanamos rupturas o perdidas; mentalizamos y visualizamos metas nuevas o por cumplir; nos evaluamos y puntuamos para mejorando cada vez más. Y esto cada vez que dejamos un año atrás.

Según cuenta la leyenda, solo podemos encontrar esa alma gemela en una relación de pareja; pero mí muy poca experiencia en el tema me hace comprobar, que es una simple leyenda errónea. Digamos que "el alma gemela" está estereotipada a las relaciones de pareja. Pero,  ¿donde queda el resto de relaciones? No pueden ser almas gemelas unos amigos, unos hermanos, unos amigos, unos primos, madre, padre, tíos o abuelos... Tengo la suerte de poder decir que tengo mi o mis almas gemelas; esa persona con la que tienes y sientes complicidad, hermandad, empatía, prioridad, amor. Con la que ríes, llorás, hablas, gritas, bailas, hablas, escuchas, abrazas. No importa tiempo ni distancia siempre están allí el uno para el otro. Cuida. Quiere. Y protege siempre a esa alma gemela sin importar quien sea.

No aprendemos a darle el valor y peso correspondiente a las cosas que realmente lo merecen. Hoy en día estamos dispersos en las modernidades, lo que nos hace dejar de lado valorar ciertas cosas. "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" y esto lo aprendemos el día que dejamos de tenerlas.  Y no hablo de lo material, me refiero a esas cosas que creemos insignificantes. Un abrazo, un beso, un te quiero, un tu puedes con eso y más, una caricia, un buenos días, una llamada, un mensaje de texto... Olvidamos darle valor a quienes están siempre a nuestro lado; papá, mamá, hermanos, abuelos, tíos, primos, amigos e incluso vecinos. Abre los ojos y mira a tu alrededor para que no tarde en valorar lo que algún día hecharas de menos.

Comenzamos una época del año que puede resultar agridulce para algunas personas, sobre todo para aquellas que hemos perdido comensales en la mesa el día de noche buena y noche vieja.  Muchas de esas personas perdemos la ilusión por la navidad, época de unión familiar, con amigos y personas especiales con las cuales deberíamos compartir la cena, un brindis o un presente, que aunque por muy sencillo que sea genera ilusión. Hoy por hoy he perdido comensales importantes en la mesa, y no he permitido que eso me robe la ilusión. En caso contrario me ha hecho estar mas cerca de ellos, recordando todos esos momentos compartidos en familia, al momento de decorar, preparar la cena, abrir los regalos bajo el árbol y simplemente despedir un año para recibir otro con mucha ilusión y metas por cumplir. Esta época del año sobre todo me hace estar más cerca de ti MAMÁ, gracias por regalarme toda esa ilusion de la navidad y sin duda la vivo mucho mas desde que ya no estás.