La espera desespera

De niños siempre deseamos ser adultos, llegamos a vivir nuestra infancia con ese sueño de querer ser grandes, y sin embargo disfrutamos la infancia al maximo, soñamos, imaginamos, jugamos y experimentamos entre otras cosas.  Pero al momento de alcanzar la madurez en algunos casos decimos, porque deje de ser niño? Porque no puedo volver a disfrutar de la despreocupación y soñar despierto como lo hacía de niño? Es esa espera que desespera, el querer ser adultos la que va matando a ese niño que sabemos aún vive dentro, muy adentro de nosotros, y que en oportunidades dejamos ser libre para volver a sonreír y soñar, con la inocencia y dulzura de un alma libre, noble y pura.

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