Nuestra última conversacion

Recordar ese momento me hace  ver lo realmente fuerte y valiente que soy. Muchas veces en mi cabeza imaginaba ese momento y no me veía siendo fuerte ni valiente, pedía infinitamente al cielo me diera la fuerzas necesarias para soportarlo.
Aunque por naturaleza me considere y sea fuerte tu fuiste mi mayor referente de fortaleza hasta tu ultimo aliento sin antes buscar mi mirada con tus ojos diciendome y recordándome que debo levantarme y seguir adelante cada dia. Apretaste mi mano sutilmente para recordarme que siempre vas a estar allí a mi lado, en mi mente y en mi corazón.
En esa última conversación sólo dije lo que necesitabas escuchar para poder partir tranquila, tu mayor temor  siempre fue dejarme sólo vulnerable ante la malicia de la sociedad, imaginarme sólo sin saber si iba o no a estar bien. -tengo miedo hijo me dijiste entre lagrimas, tengo mucho miedo de irme y dejarte sólo, sin nada, lejos de tus amigos, sin hacer lo que tanto amas que es bailar y sin una persona a tu lado que te pueda reconfortar-. -no tengas miedo mamá te dije aguantando el llanto y conteniendo mis lágrimas desde el alma, respirando profundo para que mi voz no se quebrara. Todo va a estar bien yo no necesito a nadie a mi lado para poder levantarme, yo sólo no voy a estar y mucho menos me voy a morir de hambre si tanto he podido soportar hasta ahora se que puedo soportar más. No tengas miedo quédate tranquila que yo soy feliz estando a tu lado sosteniendote como ahora entre mis brazos para que no resbales, dándote de comer y atendiendo siempre a tu llamado. Puedes partir tranquila porque me dejas con  mis hermanas que se han aprendido muy bien de ti para ser una buena madre y nunca me van a abandonar. Mi corazón es parte del tuyo y así será para siempre-.
Te miré. Me miraste y sonreiste. Yo seque tus lágrimas y te dije TE AMO. Me abrazaste muy fuerte y llorabas como una niña, en ese momento recordé cuando me decías que todo va a estar bien. Te lo dije tantas veces que logre consolarte; ya calmada me dijiste -pero por lo menos tienes fuerza y puedes conmigo - reímos sin parar hasta que me echaste la bendición y me dijiste TE AMO.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Del silencio

Aceptar no es rendirse

Volver a conectar