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Mostrando entradas de noviembre, 2019

Transformación

Cuando ya no podemos cambiar la situación, tenemos el poder de transformarnos. Hoy por hoy reconozco que somos nosotros quienes tenemos ese poder de transformación.  Cada experiencia de vida es como el proceso de transformación de  una  mariposa; en principio sólo nos fijamos en el insignificante gusano de seda se un sólo tono y lento, que se convierte en una crisálida apreciando solamente a un simple capullo sin más, quedandonos con esa imagen sin pensar que en el momento indicado se cumple la metamorfosis y emerge una hermosa mariposa que alza el vuelo al viento. Las  cosas  pasan por y para algo. Por enseñarnos, por aprender, por empeñarnos hacia adelante. Para motivados, para levantarnos, para transformarnos. No seamos ni el gusano ni la mariposa. Seamos la crisálida que espera paciente llegar a completar ese proceso y aún más paciente espera convertirse en una hermosa mariposa.

La Madurez

La Madurez es una virtud pensamos está ligada directamente con la edad. Que para ser lo suficientemente maduro deberías tener arrugas en la piel y canas en el cabello. Pero no es así, muchas personas alcanzan la madurez a temprana edad, debido a las diversas experiencias de vida a las que tiene que enfrentarse y como las afronte. Y eso es lo que hace que la persona cultiva la madurez a temprana edad. Ahora!! Nada garantiza que se pueda cultivar a profundidad está virtud, porque son muchos los que aún experimentando diversos acontecimientos en su vida, no sirven como abono para cultivar dicha virtud. Ser maduro no es, apagar la música cuando pones marcha atrás para estacionar el auto porque no ves. Tener madurez es afrontar las consecuencias de tus actos  con responsabilidad y razonamiento. Conseguir la solución a los problemas, no generar más problemas. Saber reconocer cuando no actuando bien, con la verdad y sinceramente con quien siempre ha estado alli; incondicionalmente sin juz...

En el camino

Desde ya el primer momento en el que he decidido comenzar mi camino,  hacia Muchas de las metas que me he propuesto, he tenido que lidiar con Muchas incertidumbres, entre ellas: el simple hecho de si valdrá  la pena o no terminar el camino; la duda de si realmente voy por el camino indicado; el temor de no poder improvisar un atajo al encontrarme algún obstáculo; o si estoy haciendo mi camino en buena compañía. Las personas en general le tememos a la soledad y decidimos rodearnos de la mayor cantidad de gente que nos acompañe en ese andar, pero no nos detenemos a evaluar si realmente merece la pena mantenerlos a nuestro lado. El tiempo es quien demuestra si merece o no la pena mantener esa compañía, sea por decisión propia o de esa otra persona mantenerse a nuestro lado. El camino hay que trancitarlo siempre enfocado en el norte. Que solo tengamos que mirar atrás para recordar de donde somos y a donde vamos, nunca para regresar y mucho menos para recoger todo lo que dejamos ...