Recordarte me hace sonreir

Aunque con mucha nostalgia que ha dejado tu ausencia no resulta de cierto modo doloroso recordarte, todo lo contrario. Me hace sonreír.
Visualizar tu cara sonriente en situaciones agradables,  compartir en familia fechas especiales y momentos importantes dibuja en mi rostro una sonrisa llena de alegría y calma, inclusive puedo hasta soltar una carcajada según sea el momento al que me traslade en el baúl de mis recuerdos. Y no solo se dibuja una sonrisa en mi rostro, mi corazón también sonrie; sonrie mi alma y mi cuerpo lo siente.
Situaciones cotidianas que viví a tu lado, olores, paisajes, sonidos, fotos, canciones, comidas. Son muchas las cosas que me llevan a recordarte y recordarte bonito.
Recuerda: no muere quien se va, si no a quien se olvida.
A todos queremos que ya no están  de aquí al cielo le digo que Recordarte me hace sonreír.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Del silencio

Aceptar no es rendirse

Volver a conectar