Las Personas.

La vida me ha enseñado que hay personas que perduran en el tiempo y la distancia. Principalmente la familia esa que es sangre de tu sangre, que te acompaña y te lleva de la mano.
 Pero también están esas personas a las que asumes propias como familia, esas que son cómplices en aventuras y desdichas, que te apoyan y te empujan si es necesario. Que muy a pesar del tiempo y la distancia siguen estando a tu lado.
Pero aunque hayas cambiado de vida o lugar de residencia aparecen esas otras personas que indirectamente se van haciendo cada vez más afín contigo. Comparten gustos, aficiones, pensamientos y pasiones. Esos que pasan de ser conocidos a ser nuevos amigos; y esto no quiere decir que estés reemplazando a tus verdaderos amigos, estas personas se vuelven una extensión de los que por desgracia no están de forma tangible cuando necesitas un abrazo o un hombro en el cual llorar o celebrar tus alegrías.
Lo cierto es que existen muchas clases de personas. Las permanentes,  las repentinas y las esporádicas. 
Indiferentemen del clase de persona que te acompañe en el camino aprende siempre de cada una de ellas. Y no temas en expresarle eso que sientes hacia esa persona aunque no se quede a tu lado para siempre. Quizás cuando menos lo pienses puede que sea demasiado tarde.


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