De puño y letra

Suelo molestarme y rápidamente olvidarme del porque, pero hay cosas a las que intento hacerle la vista gorda y por mucho que quiera siempre terminan causandome un cierto picor en la cabeza, el pecho y la boca del estómago. Pero también soy de los que intenta gastar el último cartucho en cosas que considere importantes para mi o asi lo crea yo. Aunque todo de señales que "nada de eso sea absolutamente reciproco". Puede que la mejor receta sea mandarlo todo a la mierda, cosa que no soluciona el problema cierto alivio genera. Lo que no puedo hacer es echarme la culpa de todo por creerme estúpido al seguir pasando estas situaciones; porque no la tengo. Quizás aún me quede pasar por esta situación muchas más veces y así terminar de aprender que "lo que no suma. Resta" Tampoco tengo la culpa porque más bien hay gente que no se merece ni un solo momento de bebilidad. 

La vida me ha enseñado que hay personas que perduran en el tiempo y la distancia. Principalmente la familia esa que es sangre de tu sangre, que te acompaña y te lleva de la mano.  Pero también están esas personas a las que asumes propias como familia, esas que son cómplices en aventuras y desdichas, que te apoyan y te empujan si es necesario. Que muy a pesar del tiempo y la distancia siguen estando a tu lado. Pero aunque hayas cambiado de vida o lugar de residencia aparecen esas otras personas que indirectamente se van haciendo cada vez más afín contigo. Comparten gustos, aficiones, pensamientos y pasiones. Esos que pasan de ser conocidos a ser nuevos amigos; y esto no quiere decir que estés reemplazando a tus verdaderos amigos, estas personas se vuelven una extensión de los que por desgracia no están de forma tangible cuando necesitas un abrazo o un hombro en el cual llorar o celebrar tus alegrías. Lo cierto es que existen muchas clases de personas. Las permanentes,  las repe...

Sin duda alguna desde el primer momento que me tuviste entre tus brazos, lo primero que hiciste fue tomar mi mano. A lo que yo solo pude aferrarme con fuerza a uno de tus dedos, porque sabia que siempre serias mi refugio. Con el tiempo pude tomar por completo tu mano. Ofreciéndome seguridad, amor, cariño, fuerza, motivación, protección y amistad. Siempre me has llevado por el mejor camino siempre de la mano, en algún momento debiste haber sentido miedo al no poder estar conmigo para tomar mi mano en aquellos momentos donde presentias lo necesitaba, pero que sin duda siempre te sentí tomándome de la mano. El tiempo invirtió las circunstancias y luego fui yo quien te tomó de la mano hasta tu último aliento. Alli estuvimos en silencio tomados de la mano diciéndonos tantas cosas con la mirada, quizás fui egoista por un momento al pretender que tenias que seguir aquí junto a mi. Pero tu mirada me hizo entender que ya era el momento.  No ha pasado mucho tiempo de aquel momento y aun sien...